La Revuelta
A ANTONIO BELTRAN
El lenguaje de la vida (Parte II)
A pesar del trabajo “creativo” de muchos laboratorios de AI y robótica en el mundo, la visión futurista de un sofisticado robot aliándose a los humanos para revertir la rebelión de las maquinas es francamente una idea absurda, lo seria incluso para la concepción de los verdaderos futuristas como Arthur C Clark o el propio Asimov. Es un hecho que la maquina nunca igualara al hombre en aquellas actividades que la mente humana desempeña mejor que ninguna otra creación en el mundo, el libre albedrío y la adaptabilidad son conceptos que han colocado al ser humano en el ápice de la pirámide. Hasta el momento las computadoras han mostrado su poder en tareas preprogramadas, cálculos metódicos y almacenamiento de información, el hombre informático conoce la capacidad computacional en tareas de iteración, anidamientos, recursividad y un sin fin de técnicas útiles en la programación de aplicaciones informáticas como bases de datos, procesadores de texto, software de diseño mecánico, electrónico, arquitectónico, etc., las maquinas sin duda han permitido el avance de la humanidad cuando han sido aplicadas de forma creativa y responsable, sin embargo, es importante señalar que las computadoras deben ser concebidas en su justa definición, como herramientas creadas por el hombre para crear otras herramientas, es decir, maquinas que crean maquinas bajo las instrucciones del hombre con quien guardan una relación de dependencia donde la comunicación Hombre-Maquina (H-M) representa el punto estructural del cual depende el éxito en su funcionamiento y aplicación o el descalabro tecnológico. ¿De que depende esta comunicación?, ¿Como se comunica el creador con su creación?, ¿Cómo se comunica el hombre con su maquina?, ¿Cómo le dice que hacer y como hacerlo? Regresemos a la analogía que se hace entre creaciones humanas -maquinas- y creaciones biológicas –seres y/o sistemas vivos- para tratar de contestar la pregunta inicialmente planteada acerca de la contundente e inspiradora superioridad de las creaciones biológicas, ¿Cómo se comunica la naturaleza con los seres vivos?, ¿Cuál es el método de comunicación utilizado?, ¿Cómo le dice a un ser vivo como y porque sobrevivir? Si partimos de que el éxito depende de la comunicación entre creador y creación, podemos afirmar entonces que los mecanismo de comunicación desarrollados entre la naturaleza y los seres vivos (N-SV) a través del tiempo determinaron el éxito entre las especies, la supervivencia por ejemplo, es un mecanismo propio de los seres vivos entrañado biológicamente en sus conductas básicas, en este contexto es evidente que algunas especies han sido mas exitosas que otras a las cuales su inadaptabilidad ante el cambio en el medio les costó su extinción parcial o total, este proceso mediante el cual los mecanismo de comunicación N-SV fueron creados y mejorados durante millones de años a prueba y error se le conoce como evolución y selección natural. Este proceso evolutivo dio como resultado sistemas en extremo complejos y prácticamente perfectos, sistemas cuyo objetivo es formar párate de otro sistema que a su ves forma parte de otro sistema, así surgieron las células, los tejidos, los órganos, los sistemas, lo seres vivos, cada uno con objetivos específicos que se complementan y cuyo funcionamiento se valido por millones de años.
Surgió una aleación molecular que dio origen a una sistema con un objetivo “vivir”, durante millones de años este sistema llamado célula cuyo objetivo era vivir se especializo además en tener sensibilidad a la luz, durante millones de años esta célula sensible a la luz se reprodujo, heredando a sus hijos lo que había aprendido por millones de años “ser sensible a la luz”, durante millones de años estas células sensibles a la luz se unieron formando colonias de células cuyo objetivo era “organizarse para ser aun mas especializadas en ser sensibles a la luz”, durante millones de años estas colonias de células especializadas llamadas tejidos se unieron a otros tejidos que se habían unido y especializado en conducir impulsos eléctricos algunos miles de millones de años atrás y sin querer se dieron cuenta que se les habían unido otros cientos de tejidos especializados y ahora tenían otro nombre, “El Ojo”…
A ANTONIO BELTRAN
El lenguaje de la vida (Parte II)
A pesar del trabajo “creativo” de muchos laboratorios de AI y robótica en el mundo, la visión futurista de un sofisticado robot aliándose a los humanos para revertir la rebelión de las maquinas es francamente una idea absurda, lo seria incluso para la concepción de los verdaderos futuristas como Arthur C Clark o el propio Asimov. Es un hecho que la maquina nunca igualara al hombre en aquellas actividades que la mente humana desempeña mejor que ninguna otra creación en el mundo, el libre albedrío y la adaptabilidad son conceptos que han colocado al ser humano en el ápice de la pirámide. Hasta el momento las computadoras han mostrado su poder en tareas preprogramadas, cálculos metódicos y almacenamiento de información, el hombre informático conoce la capacidad computacional en tareas de iteración, anidamientos, recursividad y un sin fin de técnicas útiles en la programación de aplicaciones informáticas como bases de datos, procesadores de texto, software de diseño mecánico, electrónico, arquitectónico, etc., las maquinas sin duda han permitido el avance de la humanidad cuando han sido aplicadas de forma creativa y responsable, sin embargo, es importante señalar que las computadoras deben ser concebidas en su justa definición, como herramientas creadas por el hombre para crear otras herramientas, es decir, maquinas que crean maquinas bajo las instrucciones del hombre con quien guardan una relación de dependencia donde la comunicación Hombre-Maquina (H-M) representa el punto estructural del cual depende el éxito en su funcionamiento y aplicación o el descalabro tecnológico. ¿De que depende esta comunicación?, ¿Como se comunica el creador con su creación?, ¿Cómo se comunica el hombre con su maquina?, ¿Cómo le dice que hacer y como hacerlo? Regresemos a la analogía que se hace entre creaciones humanas -maquinas- y creaciones biológicas –seres y/o sistemas vivos- para tratar de contestar la pregunta inicialmente planteada acerca de la contundente e inspiradora superioridad de las creaciones biológicas, ¿Cómo se comunica la naturaleza con los seres vivos?, ¿Cuál es el método de comunicación utilizado?, ¿Cómo le dice a un ser vivo como y porque sobrevivir? Si partimos de que el éxito depende de la comunicación entre creador y creación, podemos afirmar entonces que los mecanismo de comunicación desarrollados entre la naturaleza y los seres vivos (N-SV) a través del tiempo determinaron el éxito entre las especies, la supervivencia por ejemplo, es un mecanismo propio de los seres vivos entrañado biológicamente en sus conductas básicas, en este contexto es evidente que algunas especies han sido mas exitosas que otras a las cuales su inadaptabilidad ante el cambio en el medio les costó su extinción parcial o total, este proceso mediante el cual los mecanismo de comunicación N-SV fueron creados y mejorados durante millones de años a prueba y error se le conoce como evolución y selección natural. Este proceso evolutivo dio como resultado sistemas en extremo complejos y prácticamente perfectos, sistemas cuyo objetivo es formar párate de otro sistema que a su ves forma parte de otro sistema, así surgieron las células, los tejidos, los órganos, los sistemas, lo seres vivos, cada uno con objetivos específicos que se complementan y cuyo funcionamiento se valido por millones de años.
Surgió una aleación molecular que dio origen a una sistema con un objetivo “vivir”, durante millones de años este sistema llamado célula cuyo objetivo era vivir se especializo además en tener sensibilidad a la luz, durante millones de años esta célula sensible a la luz se reprodujo, heredando a sus hijos lo que había aprendido por millones de años “ser sensible a la luz”, durante millones de años estas células sensibles a la luz se unieron formando colonias de células cuyo objetivo era “organizarse para ser aun mas especializadas en ser sensibles a la luz”, durante millones de años estas colonias de células especializadas llamadas tejidos se unieron a otros tejidos que se habían unido y especializado en conducir impulsos eléctricos algunos miles de millones de años atrás y sin querer se dieron cuenta que se les habían unido otros cientos de tejidos especializados y ahora tenían otro nombre, “El Ojo”…
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